Jesús Arjona: "Estaba muy quemado. No es lo mismo ser abogado en la vida real, que en las series.”
Miguel Monasor / Pablo Peñaranda.
Iniesta
Jesús Arjona, nacido en Fuentealbilla y profesor de historia en el IES
Cañada de la Encina, nos relata a sus 43 años, su vida laboral como
abogado antes de ser profesor.
Somos Pablo y Miguel de cuarto de la ESO y hemos realizado una
entrevista a Jesús Arjona un ex abogado que ahora trabaja como
docente en el IES Cañada de la Encina. Le hemos preguntado por su
anterior trabajo y algunas preguntas extras sobre temas de educación y
economía.
Jesús Arjona afirma que acabó muy joven la carrera, ya que tuvo suerte
al encontrar trabajo. “Yo terminé la carrera con 22 años, la empecé a los
18 y la verdad es que la carrera no me costó mucho” afirma, “tocaba
estudiar cuando tocaba estudiar, pero, estudiando se saca todo”. Pero
no es lo único que ha tenido que estudiar, puesto que aún no tiene plaza
fija en el centro. “A fecha de hoy yo soy interino en este centro y sigo
estudiando, para los que dicen que hay que estudiar mucho, yo por la
tarde cuando acabó mi trabajo sigo estudiando”. Y no siempre lo ha
tenido así de claro en la vida puesto que le costó mucho elegir carrera.
“Yo al final me iba llevando sobre la marcha en el instituto” continúa,
“llegas y hay asignaturas que te gustan más y otras menos, incluso yo
estudié derecho y no tenía claro que quería ser abogado, y al final
cambié de oficio”A él le han ocurrido un par de injusticias, y fue eso lo que le llevó a
centrarse en abogacía. “Yo en aquella época era bastante rebelde y
tuve un par de experiencias, de esto que vas tranquilo por la calle y yo
llevaba un poco pintas, y me paro la guardia civil en un par de
ocasiones, eso a mí, me sentó muy mal” explica, “Como aquello me
pareció una injusticia decidí encaminarme al tema del derecho”. “Yo
estuve en un despacho y luego seis años más tarde, en el Albacete
Balompié, entonces, era mucho derecho deportivo y mercantil”. Él no se
pudo especializar en muchos aspectos judiciales, pero aun así ha tenido
varios, y para él no han sido pocos. Nunca ha tenido que trabajar como
abogado de un menor, pero sí que tiene una anécdota graciosa, nos
cuenta mientras se ríe. “No he tenido ningún caso con menores, pero sí
que una vez, cuando estaba en el Alba, sí que teníamos tres chavales
en la cantera, que una noche robaron una moto y tuve que ir a sacarlos
de la comisaría, pero aparte de eso nada más”.
Jesús nos cuenta que nunca ha tenido ningún caso difícil de verdad,
en el que las cosas se pusieran difíciles. “Casos difíciles siempre hay,
los más fáciles son en los que llevas razón y los más difíciles son en los
que no llevas razón y tienes que intentar que te la den, ya que al final tú
defiendes a tu cliente”. “Al final estaba muy quemado, el trabajo de
abogado no es mismo en la tele que en la realidad, es un
trabajo muy solitario en el que tienes que ponerte y estudiar un asunto,
pero eso era lo menos problemático, al final estás tratando todo el día
con problemas y además sueles tener a mucha gente en contra, al
abogado contrario, muchas veces el juez, otras los funcionarios del
juzgado e incluso tu propio cliente si no te cuenta la verdad” es curioso
escucharle decir eso, porque no parece una persona que se estresa con
facilidad, “Si eso lo multiplicas por cincuenta casos que puedes llevar a
la vez, este es un oficio bastante estresante y te acaba comiendo la
cabeza por dentro, estaba todo el día de mala leche y no quería tirarme
toda mi vida de mala leche”
También nos dice lo que más le gustaba de su anterior empleo, ya
que lo que menos le gustaba ya nos lo ha dicho, pero hay más motivos. “Lo que más me gustaba indudablemente era cuando llevaba
razón en un asunto, y se ganaba, llamaba al cliente y se lo decía, pero
la sentencia alomejor salía dos o tres semanas después y lo que menos,
pues todos esos retrasos de las sentencias, eso lo llevaba muy mal”. Lo
de su carrera que comentábamos antes, no lo tenía muy claro, pero lo
que sí tiene actualmente claro, es el estilo de vida más cómodo respecto
a los dos trabajos que ha tenido. “Bueno, en cuanto al estilo de vida, es
el mismo, al final es lo que uno hace, yo me ponía mi uniforme de
trabajo y cuando me lo quitaba seguía siendo la misma persona, es
verdad que el oficio de abogado es más complicado en cuanto a los
horarios, muchas veces me han llamado a las nueve de la noche un
domingo y tienes que estar abierto a todas las horas. El tema de
profesor, bueno, tiene un horario más definido, pero luego tampoco es
trabajar cuatro horas”.
El entrevistado nos confiesa que era (su antiguo trabajo) y es (su trabajo
actual) bueno en varias cosas, pero también era y es malo en otras, con
las cuales nos hemos sorprendido bastante. “En mi antiguo trabajo era
muy bueno técnicamente y era malo probablemente en las relaciones
personales” nos continúa explicando, “En hacerle la pelota al juez, a los
funcionarios, ser menos brusco a la hora de decir la verdad. Y ahora
supongo, podría ser un poco más práctico como punto débil y como
punto fuerte creo que soy cercano por lo menos” El entrevistado nos mencionó cómo fue la idea de dejar el trabajo de abogado para meterse al
de docente, y para él fue algo bastante más que meditado. “A mí,
siempre me ha gustado la enseñanza, entonces reflexionando bastante
dije, porque no. Luego también he sido muy aficionado a la historia,
estuve matriculado en la carrera de historia, lo que pasa es que no
podía compaginarlo con el trabajo, entonces elegí esa especialidad
porque me gustaba tanto la enseñanza como la historia”.
Durante la entrevista también nos apuntó una pequeña parte de lo que
fue su primer despido y un autodespido que había hecho para irse a
Albacete. “En el Albacete Balompié tuvimos, una historia muy larga de
contar, pero bueno yo me quedo con que me despidieron por hacer bienmi trabajo, por intentar defender los intereses de la entidad y pues eso,
siempre a todo el mundo no le interesa o no le gusta” Le preguntamos
por su tiempo libre, para que ver qué es lo que hacía. “Pues ahora sobre
todo estudiar para la oposición, pero cuando tenía más tiempo le daba
bastante a la bici de montaña y me iba de viaje, he estado en toda
España y luego en otros países como Francia, Inglaterra, Cuba… Y
ahora a la música, toco la guitarra en un grupo y bueno ensayamos un
rato con los amigos y poco más” Nos comento también que con su trabajo,
ha viajado por España y uno de sus viajes más lejanos fue a Bilbao.
Él nos dijo (con seriedad) , como se ve en los próximos cinco
años. “Espero aprobar las oposiciones este mes de junio y la verdad no
me importaría seguir dando clase aquí en el centro, yo realmente a
fecha de hoy sí que estoy contento con mi trabajo, con lo que hago, y
me lo paso bien dando clase”.
Las dos últimas preguntas que le hemos hecho no están relacionadas con su
trabajo, le hemos preguntamos sobre la educación a día de hoy y los salarios
en los trabajos. “Yo creo que tendría que ser más antigua aún, como
hace 2500 años. Hay una serie de cosas en la educación que son así y
no hay más remedio que hacerlas así. En 2500 años hemos descubierto
muchas cosas, entonces, no nos ha podido ir tan mal. Sin embargo, los
contenidos de hoy, con los de hace 30 años, son la mitad. Entonces yo
creo que volvería a un sistema más antiguo”. “Con respecto a los
salarios, yo creo que deben de ser en base al mérito, al trabajo y a la
capacidad de cada uno, digna a todo el mundo, y veo bien que el que
trabaje más gane más y el empresario que tenga una idea buena, que
gane dinero y que pague bien a sus trabajadores. Lo que me parece
peor es la geta, que se le pague a la gente sin hacer nada".
Nuestra opinión, con respecto a la entrevista, realizada al profesor Jesús Arjona, nos ha sorprendido bastante, hay algunos temas interesantes como el del despido y el de los salarios. En resumen nos ha gustado mucho.
Soy Pepe. La redacción de la entrevista está bastante bien, además de ser muy extensa y bastante profunda. Ahora vamos con los errores: la opinión final es demasiado tópica, tendríais que haberos apoyado más en lo que ha dicho sobre los diferentes asuntos tratados. Hay cuatro faltas y una errata. De todas formas, ¡enhorabuena!
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